Es como ver una pequeña planta crecer y cambiar con el tiempo. Aunque cada niño es un mundo, hay unas etapas generales que nos pueden dar una idea de su evolución artística. Te las cuento.
Garabateo (2 a 4 años): Esto es puro descubrimiento. Los peques comienzan haciendo trazos locos y sin control, disfrutando simplemente de mover el lápiz y ver qué pasa. Luego, empiezan a controlar más esos garabatos y hasta les dan significados. Y aunque parezcan solo líneas, pueden estar expresando un montón de cosas.
Etapa Preesquemática (4 a 7 años): Aquí es cuando empiezan a dibujar cosas que reconocemos, como personas (los famosos "monigotes") y objetos. Sus dibujos son sencillos, pero empiezan a contar historias y a usar símbolos, como un círculo que representa al sol o a mamá.
Etapa Esquemática (7 a 9 años): En esta etapa, los niños desarrollan sus propios "esquemas" para dibujar cosas rápidamente. Comienzan a entender mejor el espacio, el tamaño y hasta reflejan ideas más complejas sobre el mundo y las relaciones sociales en sus dibujos.
Etapa del Realismo Incipiente (9 a 12 años): Aquí se ponen serios con el detalle y el realismo. Los niños se esfuerzan por hacer sus dibujos más realistas y empiezan a jugar con la perspectiva. También reflejan más sus intereses personales en lo que dibujan.
Etapa del Pseudo-Naturalismo (12 años en adelante): Los jóvenes artistas se vuelven críticos con su trabajo, buscando precisión y realismo. Se influencian por los medios, la cultura y sus experiencias personales, y usan el arte para explorar y expresar su identidad.
Entender estas etapas es súper útil. Nos ayuda a apreciar cómo evoluciona el arte infantil y a dar a los niños el apoyo y recursos que necesitan en cada momento. Al celebrar cada etapa, los padres y educadores pueden animar a los niños a confiar en su creatividad y a seguir desarrollando su pasión por el arte.